Ibíd
Curro y Poncho gallery, Guadalajara, Mex.
Photo credit Carlos Díaz Corona.
Exhibition text-
Como bien lo dice su título, la exposición de Francisco Ugarte (Guadalajara, 1973) procura crear una referencia a algo previamente citado, en este caso el trabajo mismo del artista y los materiales a los que una y otra vez recurre. La palabra Ibíd. se utiliza como abreviación del término latín Ibídem, que a su vez funciona para denotar o reconocer una cita bibliográfica abordada justo antes de ésta.
Es precisamente bajo este concepto que la presente muestra busca abordar el trabajo de Ugarte. El artista explora las limitantes contenidas dentro de los materiales que utiliza buscando así descubrir las posibilidades que sus intervenciones a estos provocan. Crea pequeñas metáforas de la vida diaria con particular interés en todo aquello sutil, sin abordarlo de manera contemplativa, viéndolo, en cambio, como catalizador de éstas, dejando la contemplación al espectador final.
¿Qué implicaciones tiene entonces el predisponer contextos, como en el caso del video –Sin título (hojas y viento) –, si sabemos que el viento volará las hojas? Quizá la inevitabilidad del resultado no es el eje fundamental de éste, pues como se dijo ya, es inevitable, pero no lo es la forma y futilidad de su accionar cotidiano.
El resto de las piezas nos invitan a reflexionar de utopías esperanzadoras que nada tienen que ver con una visión del mundo perfecto sino con una visión perfecta del mundo. Existe un elemento sumamente esperanzador al concebir una práctica artística cuyo interés recae en buscar mínimas reacciones diferenciadoras dentro de elaborados sistemas compositivos no distintos al legado propuesto por el músico John Cage, quien planteaba la contemplación auditiva como una extensión musical más. Sin embargo, si se habla del arte contemporáneo como aquél que es más cercano a la academia que al público en general, en el caso de Ugarte se trata de retomar todo aquello que el público en general da por sentado en un estilo afín a la escuela marxista, donde se aseguraba que éste, el público, es solamente estimulado por lo espectacular.
Me atrevo a considerar Ibíd. la tesis Debordiana (Guy Debord) hecha plástica. Un intento por lograr una estimulación del lado opuesto del espectro de lo espectacular y retando al espectador a poetizar a través de la contemplación del detalle.
Un gran pliego de papel levemente intervenido con dos pilas de papel creando curvas de resistencia, una línea de carbón hecha de la misma manera en 12 distintos tipos y tamaños de papel, así como una escultura totémica que busca hacer juegos de sombras así como re valorar el estatus de los materiales usualmente utilizados como medios para la creación, cuestionan los pilares de la producción industrial revirtiendo sus premisas al lograr, a través de un máximo esfuerzo, un mínimo resultado.
Lo que sucede en el trabajo de Ugarte no es una homogeneización situacional; él propone, en cambio, entrar en su subjetividad, la cual estelariza el underdog de la vida cotidiana, la nota al pie del día a día, la cual, al obviarse, corre el riesgo de limitar nuestra visión de un mundo que si bien se digiere, quizá no se comprende del todo.
Francisco Borrego Vergara.